Un año más, y como es tradicional, la procesión de Nuestra Señora del Mar ponía punto y final a las fiestas de la barriada isleña de Punta del Caimán. Unas fiestas que han venido celebrándose desde el pasado jueves 21 de agosto y que han estado cargadas de emotivos momentos y que la convierten en una de las citas obligadas del calendario festivo isleño.
La Procesión contó con la presencia de la Alcaldesa de Isla Cristina, María Luisa Faneca,que acompañó a la Virgen en la Presidencia, la Teniente de Alcalde y concejala de Festejos, Isabel López, el Concejal de Cultura, Emilio J. Bogarín; el Rvdo. Párroco Carlos Javier Rodríguez Parra, Javier Castro, en representación de la Hermana Mayor y los sacerdotes Jesús Martín Franco y José Maseda, así como una representación de la Corporación Municipal, además del Alcalde de la Entidad Autónoma de La Redondela, Salvador Gómez de los Ángeles. Asimismo acompañaban a la Santísima Virgen de Mar los miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad y representantes de las distintas Asociaciones Religiosas y Hermandades y Cofradías de Gloria y Penitencia de la localidad y localidades vecinas.
Así, acompañada por cientos de fieles y devotos la Santísima Virgen salía puntual, a las 16.00 horas, de su Parroquia portada, como es tradición, por una cuadrilla de mujeres ‘mandadas’ por María Casado, Hermana Mayor de la Hermandad y a su vez presidenta de la Asociación de Vecinos “El Caimán” para dirigirse al Monumento al Marinero, lugar en el que como cada año se rindió homenaje a los hombres que perdieron su vida en la mar. Posteriormente la comitiva siguió su camino hacia la Lonja Pesquera, no sin antes hacer su tradicional visita a la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, lugar en el que cada año le cantan unas emotivas sevillanas.
Ya en el Puerto Pesquero isleño la Imagen embarcaba en el Hermanos Estévez, produciéndose así uno de los momentos más esperados de esta salida procesional, para recorrer y bendecir las aguas isleñas. Una vez realizada esta travesía, la Virgen desembarcó en la Playa del Cantil y continuó su recorrido por las calles de su barriada hasta bien entrada la madrugada, arropada por cientos de personas y acompañada por las sevillanas de los grupos que la esperaban en esquinas y puertas para dedicarles sus plegarias.
La Virgen se recogía pasadas las cinco de la mañana dando comienzo a la tradicional puja de la vara que en esta ocasión fue subastada por nueve mil doscientos euros y con la que se quedó el matrimonio conformado por Juan Jesús Cueto y Rosario Silva, vecinos de la barriada.
