Janane es Argelina, reside junto a su marido y sus tres hijos en Lepe desde hace 8 años. Su marido trabaja en el campo y sus hijos estudian en colegios de la localidad, integrados en la sociedad lepera y en su barrio son ya muy conocidos. Hasta aquí una bonita historia de integración social en un municipio que acoge más de 80 nacionalidades. Pero el “pero” llega ahora, una noticia que entristece a Janane y a su familia. Si esta joven argelina no consigue cuanto antes un permiso de trabajo será deportada a su país, el motivo, su marido no gana lo suficiente para mantener a su familia.
Como empleada del hogar, cuidando ancianos, niños, en almacenes agrícolas, excepto en la recogida de alimentos al aire libre por sus problemas asmáticos Janane está dispuesta a trabajar.
Janane y su familia afrontan la situación con la esperanza de que pronto escuchará una llamada para una oferta de trabajo y así junto a su familia seguir residiendo en Lepe, en una ciudad que ya siente como suya.