El Gobierno de Pedro Sánchez ha admitido que los trabajadores nacidos entre 1960 y 1975 tendrán que hacer lo que ha denominado como «un pequeño esfuerzo», es decir, habrán de escoger entre cobrar algo menos o trabajar algo más.
Así lo anunció este jueves el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, que hoy dice que se precipitó al hablar de este mecanismo de lo que entiende como “equidad intergeneracional”.
El anuncio ha provocado una cascada de reacciones de protesta que ha llegado incluso hasta los sindicatos. Así, UGT ha advertido que «en ningún caso» las organizaciones sindicales llegarán a un acuerdo «de las características que plantea el Gobierno».
«En ningún caso vamos a entrar en un recorte de pensiones», se ha asegurado desde la organización ugetista.
Desde el Gobierno se señaló que España no tiene un problema agudo de pensiones sino un problema coyuntural para afrontar el incremento del gasto que supondrá la jubilación de esta generación.
A los nacidos en dicha época se les llama coloquialmente como ‘baby boomers’ por tratarse de un grupo de personas que surge fruto de una explosión de la natalidad a partir de la posguerra, un fenómeno que en España se retrasó un poco más.
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