Andalucía se incorporará a una central de compras de medicamentos que promueve el Sistema Nacional de Salud (SNS) y en la que participan diferentes comunidades autónomas para lograr precios más ventajosos que los que podrían negociar por separado, según ha anunciado esta semana la Consejería de Salud. Este sistema tiene vocación de conseguir un ahorro en los costes y compensar de alguna forma el efecto que sobre el gasto va a tener la renuncia por parte del Gobierno andaluz al modelo de subasta de medicamentos que se había impuesto en Andalucía desde el año 2011.
De momento, sin embargo, ambos sistemas convivirán en el Sistema Andaluz de Salud (SAS), dado que la administración tendrá que cumplir los compromisos ya adquiridos con los laboratorios que resultaron adjudicatarios de la última subasta de medicamentos, realizada en 2018.
El modelo de subasta había suscitado muchas críticas entre el gremio de farmacéuticos y también entre profesionales médicos, que se ven muy limitados a la hora de recetar. A ese sistema se achacaba en buena medida el problema de desabastecimiento que se ha sufrido con respeto a algunos compuestos, dado que los laboratorios se convierten en proveedores en exclusividad y, por tanto, el modelo genera problemas derivados del régimen de monopolio. El SAS siempre negó esa relación causa-efecto entre la subasta y el desabastecimiento, alegando que también otras comunidades habían sufrido problemas similares.
