La zona costera onubense, excepto la Zona Marítima de Doñana, se encuentra en una situación delicada con respecto a la captura de la coquina. La bajada de la captura en este sector es de más del 60%, datos que llevan a la desesperación a los mariscadores de a pie.
Esta crítica situación en la captura de la coquina viene acentuándose desde hace cuatro años. Emilio Jalón, presidente de la Asociación de Mariscadores de Nueva Umbría, en declaraciones a Europa Press, ha reconocido que con la media diaria de tres o cuatro kilos los coquineros no pueden vivir porque las ganancias no superan los 20 euros diarios.
Hace unas semanas, esta asociación estuvo reunida con Pedro Pascual Hernández, delegado territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, quien se mostró sensible con las dificultades que rodean a los profesionales del marisqueo. No en vano, el responsable de este departamento de la Junta de Andalucía en Huelva ha recordado “la fuerte presión” que se ejerce sobre “el grave y dañino problema de la actividad ilegal” y ha hecho un llamamiento a los aficionados y turistas para que respeten esta actividad profesional.
Pedro Pascual ha explicado que en estos momentos está prohibida la captura y comercialización de la coquina por motivos sanitarios en Isla Canela, Barra del Terrón y la Desembocadura del Piedras. Sí tienen luz verde los profesionales del sector para la extracción de este bivalvo en las aguas de Punta Umbría, Mazagón, Matalascañas y el espacio marítimo de Doñana.
Las sanciones por el incumplimiento de estas prohibiciones pueden oscilar entre los 301 y los 60.000 euros para las personas que capturen moluscos bivalvos sin autorización, referente a una sanción grave, y entre los 60.001 y 300.000 euros para quienes desarrollen esta actividad en un caladero cerrado por la presencia de toxinas, lo que supondría una sanción muy grave.
