El San Roque de Lepe termina la temporada como undécimo de la clasificación con 45 puntos en su haber. Año discreto para unos aurinegros que apuntaban mucho más alto a principios de temporada según informaban desde la entidad a los medios de comunicación. La dirección deportiva apostaba este verano por una plantilla joven, de jugadores con una media de edad cercana a los 20 años que según informes estaban destinados a establecerse en superior categoría. Análisis incorrecto, puesto que los resultados no fueron los vaticinados y tras diez meses de campeonato los leperos han terminado la temporada más cerca del descenso, que tienen a cuatro, que del ascenso, que tienen a 19 puntos. Las matemáticas no engañan.
Por otro lado, conforme a cuerpo técnico, tampoco esta temporada ha sido la de la estabilidad. Con `Chiqui´ Torres en un principio, pasando por Cándido Rosado y terminando por Antonio Rueda, ninguno de los tres han parecido dar la estabilidad idónea a un proyecto que necesitaba de un míster experimentado para enseñar a unos jóvenes jugadores ávidos de conocimientos. Adrián Gaitán tampoco lo ha puesto fácil.
Conforme a la próxima temporada. Tras reunirse la sección argentina con la lepera, el primer paso a hacer por Gaitán es la de pagar el resto de emolumentos a los jugadores de la actual plantilla, para luego ponerse a trabajar sobre el próximo año. Rueda tiene muy complicado el seguir, sus resultados finales le han lastrado y suena Jesús Lino como futurible.
Asi mismo, conforme a plantilla, los leperos, más Fran Ávila e Higor Rocha, esos son los que cuentan. De los mismos, Ávila es el que tiene más papeletas para no seguir en la entidad, maneja múltiples ofertas y podría hacer la maletas esta misma semana rumbo a Segunda División B.