Polémica en Isla Cristina. Tal como ha destacado Huelva Hoy, la Delegación Territorial de Educación de la Junta en Huelva ha puesto en marcha una serie de actuaciones ante el caso de un menor de un instituto isleño cuya madre avisó vía burofax al centro antes del comienzo del curso de que su hijo acudiría sin mascarilla a clase.
Según han informado fuentes de la Delegación, ante este aviso de la madre, se decidió dar traslado a la asesoría jurídica de la Delegación para abordar esta situación.
De este modo, aunque el menor no ha ido a clase por el momento, desde Educación han indicado que, ante esta coyuntura, lo que se contempla es permitirle la entrada sin mascarilla, darle una en el centro y apartarlo de sus compañeros, de manera que no ponga en riesgo la salud de otros ni la de sí mismo.
En concreto, acudirá a una sala aparte y será atendido por el profesor de guardia. Se trata, como han indicado, de una medida temporal a la espera de conocer desde la Consejería las medidas a nivel regional para estos casos.
No obstante, desde la Delegación han indicado que el hecho de ser atendido fuera del contexto normal de clase, es decir, tener que ser apartado conlleva un parte disciplinario que si se acumula en el tiempo pueden derivar en expulsión de uno a tres días, de tres a siete y hasta 21 e incluso el cambio de centro escolar. Por ello, han incidido en la importancia de cumplir las normas sanitarias.
Por su lado, el consejero de Educación de la Junta, Javier Imbroda, ha señalado al respecto que «a las familias que tienen este tipo de dudas o convicciones querría recordarles que las familias educan y los colegios enseñan. A esas familias quiero recordarles el respecto a la convivencia, y convivir significa cumplir unas normas, y entre ellas están las que nos han dictado las autoridades sanitarias, que no son ningún capricho. Una de ellas es el uso obligatorio de las mascarillas. Si esas familias les dicen a sus hijos que no lleven mascarillas no están facilitando ni respetando la convivencia. Es una situación que hay que corregir, y si insisten pues incurrirán en una falta grave que supone esa dejación de responsabilidad. En el caso del año pasado de un padre de Málaga, la sentencia judicial fue tan contundente contra el padre que no lo dejó en muy buen lugar. Apelo a la responsabilidad y al respeto a las normas de convivencia».
«En esos casos -añade- interviene la inspección educativa para corregir. Este consejero no va a consentir la más mínima falta de respeto a las normas de convivencia en un centro educativo. Los centros educativos están para enseñar y por supuesto para reforzar valores como el respeto, la responsabilidad y el rendimiento. Valores que, en cualquier caso, nacen en las familias».
«Los docentes lo que necesitan fundamentalmente es tranquilidad, no necesitan ruido, la educación necesita calma y tranquilidad para que nuestros docentes puedan desarrollar la mejor formación para nuestros niños y jóvenes. Vamos a velar por ello, y si se produce algún tipo de conducta o comportamiento inapropiado actuaremos con absoluta contundencia», indicó finalmente.
