Un año más, los alrededores de la Capillita de la Virgen del Mar, en la calle Ramón Noya de la barriada isleña de Punta del Caimán se llenaba de vecinos y vecinas para asistir al Encendido del Gran Árbol de casi cinco metros de altura.
Aunque este año, por motivos de la Pandemia, no se degustaron los Dulces Típicos ni cantaron los Coros de Campanilleros, la Asociación de Vecinos ‘El Caimán’ quiso organizar un sencillo acto que anunciara que la Navidad llegaba a esta Barriada.
Con casi cinco metros de altura, el adorno navideño luce ya a la entrada de la barriada, junto a la capilla en honor a la Virgen del Mar, lugar de paso obligado para acceder a esta zona marinera isleña.