La calle Ramón Noya, de la barriada isleña de Punta del Caimán, se llenaba de vecinos y vecinas, la pasada semana, para asistir al Encendido del Gran Árbol y poder, además, degustar los dulces típicos de estas fechas, pestiños y roscos, elaborados por miembros de la Asociación de Vecinos el Caimán y disfrutar también de la actuación de los Coros de Campanilleros.
Con casi cinco metros de altura, el adorno navideño luce ya a la entrada de la barriada, junto a la capilla en honor a la Virgen del Mar, lugar de paso obligado para acceder a esta zona marinera isleña.