El San Roque disputa una nueva final este domingo. A partir de las 17.00 horas y en Linares, el conjunto lepero y su entrenador, Juanito, se la juegan. Los aurinegros vuelven a estar en riesgo de caer en puestos de descenso directo y la continuidad del técnico gaditano está en el aire. La coyuntura es la misma de la semana pasada. Se repiten todos los factores.
El equipo sanroquista visita a uno de los rivales que ocupan puestos de descenso. En Linarejos encontrará a otro conjunto muy necesitado, como el Betis B la semana pasada. El empate del San Roque ante los verdiblancos con superioridad de efectivos durante casi toda la segunda parte fue insuficiente para dar aire a los del Ciudad de Lepe.
Más aún, el aplazamiento del Melilla-Linares de la pasada jornada es una de las causas por las que el San Roque sobrevive fuera de los puestos de descenso. Sigue en la plaza de eliminatoria por la salvación. En estas circunstancias, el equipo jienense afronta la cita sin haber competido la semana anterior. A las espaldas de los jugadores, sin embargo, está un tortuoso y largo viaje a Melilla.
De todas formas, Juanito cuenta con bazas a favor para este segundo desplazamiento consecutivo. La principal es la confianza de Chaco después de acabar con 10 jornadas seguidas de sequía goleadora. El preparador gaditano lo dejó en el banquillo de inicio frente al Betis B. Salió para jugar la segunda parte y logró el tanto del empate. El delantero alicantino ha vuelto a ver puerta después de dos meses y medio de intentos.
