Un espectacular San Roque de Lepe, sobre todo en la primera parte, con dos goles de Berrocal, héroe del partido, destrozó en mil pedazos la maldición del Murube. Se impuso por 1-2 y mira a las estrellas, dejando de paso muy tocado al conjunto de Lobera y al propio entrenador, ya que el equipo caballa sólo suma cinco puntos en cinco jornadas de Liga.
Era el partido del morbo por el pasado reciente y el San Roque acudía a su campo maldito más acusado por lo acontecido en las dos últimas temporadas. De ahí la expectación y de ahí lo espectacular de la cita. Fue, de largo, el mejor primer tiempo que se ha visto en lo que va de temporada, con el San Roque en pie, llegando y marcando, con una pegada demoledora, y el Ceuta en su estilo, con ocasiones pero sin puntería. Eso determinó un clamoroso 0-2 al descanso con los dos goles de Berrocal, que se tomó cumplida revancha.
La apuesta de Lobera de salir sin delantero centro nato, dando la titularidad a Añete, no le resultó del todo. Su equipo llegó, pero la descomposición de los centrales aurinegros nunca llegó a consumarse. Sí sufrió Aranda y, sobre todo Melchor, algo que solucionó Tevenet dando entrada a Chapi, sorprendente suplente.
La segunda mitad fue de sufrimiento total, sobre todo en los primeros veinte minutos. Mar´co Germán el 1-2 a los cuatro minutos de la reanudación y pareció que el San Roque tiraría la ventaja, pero se repuso y aguantó, hasta el punto que pudo aumentar la cuenta en el tramo final del choque.
Fue expulsado Jesús Rubio en el último minuto de partido y aún se buscan respuestas a la tarjeta roja. Fue el único error del colegiado, pero por un momento se temió que se repitiera la historia. Pero estaba escrito, el San Roque rompería la maldición del Murube más temprano que tarde. El fútbol es desmemoriado, pero a veces gira la mirada atrás para cobrarse deudas pendientes, justo la que se merecía el San Roque en Ceuta.
