Quién no tiene un perfil o cuenta en alguna de las redes sociales (principalmente Facebook o Twitter) no existe. Así lo creen expertos y cada vez más políticos, que no dudan en extender su mensaje hasta el ‘ciberespacio’, conscientes del tirón que posee, cada vez más importante.
Entre los alcaldes onubenses, los pertenecientes al PP cuentan con más seguidores en sus cuentas personales en Facebook que en Twitter, siendo el de Lepe, Manuel Andrés González el que cuenta con un mayor número de ‘amigos’: 4.802, superando incluso al primer edil de Huelva, Pedro Rodríguez, que cuenta con 3.846.
Sin embargo, los regidores del PSOE parecen contar con mayor aceptación en Twitter, donde el de Ayamonte, Antonio Rodríguez, es uno de los más seguidos, con 1.250 contactos.
En cualquier caso, el número de seguidores no es proporcional a su nivel de actividad ya que el primer edil de Nerva, pese a contar con solo 650 ‘amigos’, registraba hasta este domingo un total de 7.437 tweets.
Pese a que cada vez son más los políticos conocedores de los beneficios que les puede reportar su presencia en las redes, siempre y cuando sean bien gestionadas, otros siguen viendo a Facebook y Twitter como “una pérdida de tiempo”. “Dedico mi tiempo a solucionar los problemas a mis ciudadanos y no a las chorradas”, dijo recientemente un munícipe onubense tras ser preguntado por su ausencia en ambos canales.
A nivel nacional, el alcalde de la localidad granadina de Jun, el socialista José Antonio Rodríguez, sigue siendo el que cuenta con mayor número de seguidores en Twitter: 214.508. Otro de los munícipes con más ‘adeptos’ en esta red de microblogging es el de Sevilla, Juan Ignacio Zoido (PP), al que le siguen 32.413 personas. Y el político con mayor número de ‘amigos’ en dicho canal es el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, 429.677.
En un reportaje sobre dichas redes, El País señalaba que Facebook, con mil millones de personas registradas en todo el mundo, es la mejor opción para los exhibicionistas, ofrece, con su muro —el nombre del espacio donde se deposita la información—, un espléndido escaparate para aquellos que sienten necesidad de compartir con el mundo los detalles íntimos de sus vidas y de su entorno.
Twitter, con quinientos millones de usuarios a nivel mundial, por el contrario, se acomoda más al perfil narcisista, a aquel que tiene que demostrar al máximo número de gente posible (el gran indicador de esta red es el número de followers o seguidores, personas que voluntariamente buscan el perfil de uno y se apuntan para recibir lo que el elegido quiera decir) lo listo o gracioso o ingenioso que es, o lo informado que está sobre los acontecimientos mundiales.
Twitter, que solo admite 140 caracteres por entrada, es más cerebral; Facebook, donde se publican 750 millones de fotos cada fin de semana, más corporal.
