Las hermandades de Ayamonte e Isla Cristina han sido, como es habitual, las primeras en hacerse al camino en busca de la aldea almonteña, a la que llegarán el jueves después de cuatro días de intensa peregrinación.
Los ayamontinos volvieron a elegir este año la plaza de la Laguna para la celebración de la misa de romeros que, bien temprano, poco después de las ocho de la mañana, se iniciaba con la predicación del sacerdote Felipe Ortiz.
Posteriormente, la comitiva, encabezada por el Simpecado y romeros a pie fundamentalmente y algunos a caballo, se dirigió hasta el muelle de Portugal, donde esperan los carros que forman parte de la hermandad.
El presidente de la filial, Rafael Martín, reconoció que la crisis económica actual ha provocado un menor número de peregrinos y destacó que el número de carros ha descendido, de 19 el pasado año a 6 en la actualidad.
Entre los asistentes a la salida de la hermandad, el alcalde de la localidad, Antonio Rodríguez, quien deseó un buen camino a sus conciudadanos.
De forma paralela, en Isla Cristina la comitiva romera desfilaba por las calles del municipio tras la misa de romeros.
Un total de 26 carros, coloristas y vistosos para la ocasión, integran la comitiva isleña, que desfiló por las calles, a las que cientos de vecinos se habían echado para despedir a los peregrinos.
Delante del Simpecado, el hermano mayor de este año, el empresario Juan Vázquez, ilusionado ante el inicio del camino.
A su lado, el presidente de la hermandad, Pedro Álvarez, emocionado y deseando llegar a la aldea almonteña.
Y quien un año más ha querido estar junto a su pueblo en esta salida de la hermandad, la alcaldesa isleña, María Luisa Faneca, quien destacó que era un “día de fiesta” para la localidad.
