El Gobierno de Portugal ha endurecido las medidas restrictivas debido a la gravedad de la crisis sanitaria que ha provocado la pandemia en el país, que suma 255.970 contagiados y 3.824 fallecidos.
Entre las medidas que entran en vigor, este martes, se incluye la obligatoriedad del uso de mascarilla en los centros de trabajo, salvo que se cumpla la distancia mínima o el empleado trabaje en solitario. De igual modo, se harán controles en las empresas que no cumplan con el teletrabajo, obligatorio en todas las comarcas que tienen más de 240 casos por cada 100.000 habitantes.
En todos los centros docentes, se suspenden las clases el 30 de noviembre y el 7 de diciembre, vísperas de unos días festivos en Portugal en los que estará prohibido la circulación entre comarcas.
El toque de queda para comarcas con más de 240 casos por cada 100.000 habitantes se mantiene de 23.00 a 05.00 horas en días de diario y de 13.00 a 05.00 horas los fines de semana. Sin embargo, entre el 27 de noviembre y el 2 de diciembre y del 5 al 9 de diciembre, el toque de queda será el mismo en todo el país y se aplicará entre las 23.00 y las 05.00 horas.