Los albiazules terminaron la temporada pidiendo la hora como décimoquintos con 47 puntos, a tan solo uno de distancia de los puestos de descenso. Nueva temporada negativa para el Decano del fútbol español tras una estructuración de plantilla que parecía estar más hecha para luchar por la zona alta que para la permanencia. Martínez, Vila, Lazo y Boris, entre otros, ilusionaban y mucho a una afición que esperaba este año no pasar apuros a final de temporada, circunstancia nada más lejos de la realidad.
Con numerosos vaivenes en el banquillo, Casquero en un inicio, López entre medio y Negredo en el término del campeonato, no es de extrañar la proximidad a los puestos bajos del plantel capitalino. Verano para recapacitar y volver a estructurar una entidad que debe dar carpetazo final a la era Pablo Comas y poner rumbo fijo a un futuro que coloque al Recreativo de Huelva donde marca su historia.
Junto a todo ello, también hay que sumarle el descenso de sus filial a División de Honor, circunstancia que muestra la compleja situación institucional en la que se encuentra en estos momentos el Decano.