Los cohetes anunciaban esta mañana la salida. Un año más. Y desde hacía días se respiraba en la calle nerviosismo entre los rocieros. Había ganas de echarse al camino.
Los peregrinos de Gibraleón han dicho adiós a la localidad tras una misa de romeros que ha tenido lugar en la plaza de España y que ha marcado el inicio de un camino al que también, y como es ya una tradición, se suman varios cientos de leperos.
El presidente de la Hermandad, Sebastián Domínguez, no olvida que este año también peregrina con ellos Santa Ana, la Patrona de la localidad, de la que una escultura en plata se encuentra junto al Simpecado en la carreta.
Los romeros olontenses llegarán a la aldea almonteña mañana jueves.