Pasadas las seis y cuarto de la tarde, en una Parroquia del Salvador donde no cabía un solo alfiler, Ayamonte se preparaba para un nuevo Jueves Santo.
El barrio De la Villa brillaba en su día más cofrade, viendo la salida de su Angelito, Padre Jesús Caído y la Virgen de la Amargura por sus calles. Recorrido impecable en todos sus puntos, destacando la parada y el recibimiento en San Francisco, el paso por Tribuna Oficial y, especialmente, la recogida de las tres imágenes en la subida de la calle Galdames ya en la Villa del Salvador. Momentos de recreo, de petaladas y de comunión entre los fieles y devotos del Jueves Santo en una calle completamente atestada de personas.
MADRUGÁ: Marcando las agujas del reloj las dos de la mañana, a punto de recogerse la Amargura en su Templo, ya entrado el Viernes Santo, desde la Capilla del Socorro comenzaba La Madrugá con la estación de penitencia de Padre Jesús Nazareno y la Virgen del Socorro, una Cofradía del siglo XVI que se reorganizaba en 1924.
Al pulso de sus cargadores, el Señor De la Villa y el Socorro caminaron por Ayamonte hasta su vuelta a la Capilla, prevista a las diez de la mañana.
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