El Consejo de Ministros aprobó esta semana la reducción de la jornada laboral de 40 a 37 horas y media semanales. El Gobierno se guarda así una baza social que entrará en vigor, si no es tumbada por el Congreso de los Diputados, antes del 31 de diciembre.
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha contado con el beneplácito de los sindicatos, pero no de la patronal empresarial.