Varias personas han sido arrastradas por el agua en la zona de Las Maravillas, en Mazagón, tras el paso de una embarcación que, según testigos, navegaba muy cerca de la orilla.
«Mi marido y los niños tienen heridas leves. A la pareja de un amigo le han tenido que coser hasta los músculos»
Una de las afectadas en Mazagón ha relatado a Huelva Hoy cómo lo vivió: «Yo no estuve, estuvo mi marido con un amigo, su pareja y los niños de ella. A ellos les arrastró la ola a las rocas. Mi marido y los niños tienen heridas leves. El amigo le han tenido que coger puntos en la pierna, y su pareja fue la peor parada porque estuvo en el hospital hasta casi la 1 de la madrugada. Tiene heridas por todo el cuerpo, heridas bastante grandes. Le han tenido que coser hasta los músculos. Los médicos dicen que ha tenido suerte que no ha cogido ninguna arteria, ni ningún tendón».
«Un barco pasó muy cerca de la orilla y la gente salió disparada», ha aseverado una fuente en contacto con los bañistas que presenciaron el momento. La fuerza del agua empujó a una decena de personas, algunas de las cuales impactaron bruscamente contra piedras situadas en la zona.
En declaraciones exclusivas a Teleonuba y Huelva Hoy, un vecino de Huelva que se encontraba en la playa en ese momento ha descrito lo ocurrido como un “auténtico caos”. Según su testimonio, se giró al percibir un cambio brusco en la corriente y, en cuestión de segundos, una enorme ola se abalanzó, llevándose por delante a varios niños: “La ola se llevó a los niños 300 metros». Finalmente, pudo rescatarlos.
Entre los heridos, se encuentra una mujer que presenta graves heridas por el arrastre, con “trozos de piel colgando, heridas en la cadera, los hombros y las piernas”. Según el testigo, la afectada “no quiere ni mirarse el cuerpo del estado en que lo tiene”.
Además, otras víctimas fueron atendidas posteriormente en el hospital: «Había una mujer con un pie roto y otra con cortes en los pies. Aquello fue un caos absoluto”, describe el onubense, que vivió los momentos de tensión junto al resto de bañistas.
Uno de los aspectos más críticos del suceso fue la imposibilidad de que la ambulancia accediera a la playa para prestar atención médica inmediata, lo que agravó la situación y generó una sensación de impotencia entre quienes presenciaron la escena.
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