Empate que sabe a poco en el Cuidad de Lepe entre los pupilos de Pavón y los gaditanos. Y sabe a poco o a casi nada debido a las numerosas ocasiones de los aunrinegros en una segunda mitad que pudo decantar Zaka o Villar con acciones claras que se fueron al limbo. El presente del equipo seguirá siendo una semana más el descenso y la desesperación emocional de saber que las jornadas pasan y la orilla sigue estando ahí, cercana y tan lejana a la vez.
Si hay un fichaje en el San Roque que le ha dado vida al equipo ha sido la vuelta tras lesión de Seth. El canario lucha, asiste y anota, la combinación completa. Hoy su gol llegó de la mano de una jugada de Ávila por banda izquierda. El de Lora del Río centró antes de llegar a línea de fondo, el centro lo controló Zaka, el cual tiró, siendo rechazado por el portero rival y cazado por un Seth que a la medio vuelta firmó el primero (1-0, 26’). Por otro lado, el gol del empate llegaría en la segunda mitad, fruto de uno de los grandes hándicaps del equipo en estas últimas jornadas: la defensa de los balones parados. Un córner gaditano rematado los amarillos empató la contienda (1-1, Borja 66’).
Las jornadas pasan y la salvación sigue sin llegar. A todo esto, a esta semana habrá que sumarle como punto negativo la roja a Ávila por protestar desde el banquillo y la lesión en el codo de un Juan Villar que apunta a decir adiós a lo que queda de la 23-24.
El próximo rival será la Balompédica Linense, equipo actual del viejo conocido Antonio Fernández Rivadulla. Hay que seguir luchando.