La Galería del Centro Activo de Islantilla ha acogido esta semana el último de los encuentros de la nueva temporada del Círculo de Lectura ‘Biblioteca Luis Ciges’ que coordina el Servicio de Cultura de la Mancomunidad que gestionan conjuntamente los Ayuntamientos de Isla Cristina y Lepe. En esta ocasión, y coincidiendo con la celebración el próximo 24 de octubre del Día Internacional de la Bibliotecas, la obra elegida ha sido uno de los más recientes títulos del prolijo autor Arturo Pérez Reverte: ‘El Problema Final’, una novela que bebe de la tradición del género detectivesco al más puro estilo de Conan Doyle y Agatha Christie.
Con una nutrida participación de lectores, el encuentro de esta semana he contado además con una inesperada dedicatoria por parte de la escritora Espiro Freire, quien ha querido dirigir unas palabras a los miembros de este club «con la esperanza de que los libros nos unan algún día».
El Círculo de Lectura ‘Biblioteca Luis Ciges’ inició su andadura hace un año como apuesta de la Mancomunidad de Islantilla por impulsar iniciativas culturales que den respuesta a una comunidad residente cada vez más activa en este enclave turístico disfrutable los doce meses del año, y para proponer nuevos espacios para el ocio en un entorno único y privilegiado como es este rincón de la costa atlántica onubense, donde sus parques, jardines y paseo marítimo son una invitación al contacto permanente con la naturaleza.
Desde sus comienzos en otoño de 2024, el grupo nace formando parte de la Red Provincial de Clubes de Lectura de la Diputación Provincial de Huelva, institución que pone a disposición de los integrantes del círculo los lotes bibliográficos de su fondo en préstamo.
De la novela al relato corto, pasando por el cómic; de la literatura hispanoamericana a la francesa, inglesa o japonesa; de clásicos consagrados a obras contemporáneas. Un abanico variopinto de géneros y estilos se han dado cita a lo largo de estos primeros doce meses de recorrido literario en los que el único denominador común ha sido la calidad de las obras (premiadas y avaladas por la crítica, en cada caso).
Los clubes de lectura se han multiplicado en los últimos años hasta erigirse en verdaderos espacios de convivencia cultural. Su reciente auge se debe, en gran medida, a su capacidad para transformar una actividad tradicionalmente individual en una auténtica experiencia colectiva, hasta el punto de convertirse en uno de los motores de la vida cultural de las librerías y bibliotecas públicas: cada sesión no es sólo un encuentro alrededor de un libro, es la construcción de una comunidad a través de una dinámica respetuosa y sin jerarquías dentro de esa atmósfera de confianza donde el libro deja de ser únicamente un objeto de consumo para convertirse en excusa, en puente y en territorio compartido.