Los ayuntamientos de la Costa afrontan la mitad de la legislatura en curso con cierto optimismo tras comprobar que, al menos por el momento, lo más grave de la pandemia del coronavirus ya pasó. Y es que, aunque los contagios se han disparado en las últimas semanas en la provincia y en el resto del país, ello no se traduce de la misma manera en ingresos y fallecidos.
Aunque no predominan las mayorías absolutas, el único cambio de gobierno en la comarca en la primera mitad de mandato se produjo en Cartaya, donde la socialista Pepa Bayo tomó el bastón que ostentaba entonces el popular Manuel Barroso.
No se prevén cambios salvo sorpresas, poco probables actualmente, en ayuntamientos con mayorías simples como Ayamonte, Punta Umbría, Isla Cristina o Aljaraque.
Mientras tanto, consistorios como Lepe, Villablanca o Gibraleón, que sí lograron mayorías absolutas, llevan a cabo sus gestiones con normalidad.
Aunque la quinta ola está afectando mayormente a jóvenes y existe una menor presión hospitalaria que en anteriores fases pandémicas, la crisis sanitaria ha hecho que se suspendan en la comarca todas sus romerías, fiestas patronales y otros acontecimientos multitudinarios para tratar de prevenir contagios.
Los ayuntamientos llegan al ecuador del mandato marcado por la pandemia
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