Ilusión, felicidad y fe, es lo que se ha vivido durante la madrugada de este lunes en la aldea almonteña con uno de los momentos icónicos de la Romería en honor a la Blanca Paloma.
Todos los rocieros esperaban impacientes en los alrededores de la aldea a que se diera ese momento tan especial, esperando la llegada de las 127 hermandades filiales, cerrando el Simpecado de la Matriz, los almonteños se alzaban en busca de su patrona para vivir un nuevo salto de la reja en este 2023, que se produjo en torno a las 3 de la mañana.
La Virgen comenzaba entonces su procesión y su paso por todas las filiales, ante los miles y miles de devotos que no querían perderse ni un solo detalle, la estructura interior del paso de la Virgen reforzado para evitar incidentes, dando paso a un procesión que siguió su curso por la aldea almonteña.