Un gol de Adrián en el 93 de partido le dio el triunfo al San Roque ante el líder, el Lucena, dentro de un partido de alto voltaje que se solucionó con un chutazo a la escuadra cuando los protagonistas firmaban el empate a cero.
El partido, de alto cumplimiento del deber en lo referente al posicionamiento, resultó cuanto menos atractivo por la predisposición de ambos para romper barreras y fronteras. Y fue el San Roque el que comenzó con el asedio, con tres ocasiones claras en la primera parte que no llegaron a buen puerto. Mientras, el Lucena, comido por el centro del campo local en lo referente a las maniobras, se limitó, en el primer tiempo, a sostenerse dentro del escenario con clara intención de vivir de la contra, algo que no logró en ningún momento.
El inicio de la segunda parte describió los mismos síntomas. El equipo de Tevenet era el que llevaba la iniciativa, pero estrellándose permanentemente en la defensa rival. Y ahí fue cuando el Lucena se sintió con solvencia para salir a respirar, siempre a balón parado, pero sin encontrar remate ni rumbo en la definición.
Todo así hasta que ingresó en el campo Adrián, al que le bastaron cinco minutos para reivindicarse como el mejor golpeador del San Roque. Robo de balón en la medular con el Lucena saliendo, pase de Cheik a Adrián y chutazo del sevillano para meter el balón por donde duermen las arañas.
Fue una explosión de júbilo, un gol y un triunfo merecido por insistencia, aunque el líder siempre estuvo en la entereza.
