El San Roque de Lepe aún no tiene consejo de administración tras la cesión de acciones por parte del grupo inversor británico al Ayuntamiento previo pago de 150.000 euros por parte de empresarios y aficionados para salvar la categoría. Se suceden las reuniones pero no hay fumata blanca. Los consejeros Juan Adolfo Arangüete y Emilio Ramos, los representantes de los empresarios británicos en Huelva, son reticentes a dejar el órgano rector y este hecho retrasa la puesta en marcha de un nuevo proyecto.
Estos dirigentes entienden, después de una gestión que llevó al San Roque a correr el riesgo de descender a Tercera en los despachos hasta un día antes del plazo dado por la AFE para pagar a los jugadores, entienden que no hay motivos para su adiós.
Aunque el Consistorio ha delegado en personas de su confianza, como Manolo Santana, la planificación deportiva, los pasos son muy lentos, a la espera de una composición del consejo y una estructuración de cargos y tareas. El primer objetivo fuera del ámbito administrativo es cerrar la continuidad de Luis García Tevenet como entrenador. Las deudas con el cuerpo técnico no se han resuelto y la imposibilidad de cerrar la contratación de jugadores también es un inconveniente para el banquillo.
Algunos jugadores, además, tienen contrato en vigor y no saben nada de su futuro. Es el caso de Urko Arroyo. El extremo vasco se ha quejado a través de su cuenta personal de Twuitter de la actual situación. “Todavía sin saber nada de nada. Qué desastre”, ha llegado a decir.
Tampoco se conocen las configuraciones de los cuatro grupos de Segunda B. La Federación no las comunicará hasta el lunes o el martes de la próxima semana. Solo se sabe que los filiales Real Madrid C, Levante B, Racing B y Espanyol B ocuparán las plazas vacantes por impagos.
