El San Roque tiene un problema deportivo que se añade a la acuciante precariedad económica con la que convive el club lepero desde el pasado año. El peligro del descenso está latente. Una derrota el próximo domingo contra el Cartagena en el Ciudad de Lepe puede llevar a los aurinegros a la zona roja por primera vez esta temporada.
En estas circunstancias, la entidad que preside Rafael Mendoza hace un llamamiento a los aficionados para que acudan al estadio en la matinal del domingo y apoyen sin descanso a sus jugadores. Hasta ahora, los dirigentes sanroquistas habían solicitado la ayuda de los seguidores con un sentido fundamentalmente económico. El San Roque necesita cubrir la mayor parte de su presupuesto con ingresos procedentes de la masa social. Y a falta de abonados -la cifra se que quedado por debajo de los 900-, el club recurre cada semana a partidas menores y atípicas para sobrevivir.
La cesión de jugadores es otra tabla de salvación, la principal, para llegar al final de la temporada. En la actualidad, sin embargo, preocupa mucho más la marcha del equipo, que acumula tres derrotas seguidas y solo ha ganado un partido en los dos últimos meses.
Por esta razón, los máximos responsables del proyecto solicitan unión absoluta en torno al conjunto que entrena Juan Carlos Menudo hasta el final de la Liga. Y la primera manifestación de esta colaboración se debe mostrar el domingo con la visita del equipo más potente del grupo IV. Un hipotético descenso a Tercera División incrementaría la crisis económica hasta límites insoportables teniendo en cuenta la deuda de más de 700.000 euros acumulada desde la pasada campaña.
