La Delegación de Cultura de la Junta ha acordado la protección de los vestigios del asentamiento romano que se halló sumergido entre la desembocadura de la ría del Carreras y el caño de la Mojarra tras constatarse su importancia.
Ello implica que cualquier actividad que se pretenda llevar a cabo en la zona, como un dragado, deberá contar con autorización previa y estar sometida a un control arqueológico, lo que ha sido trasladado a las Administraciones competentes.
Esta decisión llega después de que un equipo de investigadores de la Universidad de Huelva (UHU) y de la empresa Ánfora Arqueología haya entregado un expediente donde se catalogan estos restos, descubiertos en un área de cinco hectáreas de extensión, como ánforas, cerámicas, mármoles, fragmentos de grandes columnas y hasta restos humanos, no dejan lugar a dudas de que éste es uno de los yacimientos subacuáticos más importantes de toda Andalucía.
En concreto, el hallazgo se encuentra a ocho metros de profundidad y, según las primeras estimaciones, podría tratarse de los restos de una ciudad romana del siglo I después de Cristo que quedó sepultada por una serie de char(39)tsunamischar(39) o a causa de los cambios experimentados en la línea de costa.