El PSOE ha aprovechado la falta de comunicaciones en los cribados de cáncer de mama para exigir la dimisión del presidente andaluz y de la Consejería de Salud. La Junta sostiene que el seguimiento de las pruebas no concluyentes ha estado garantizado. Llama la atención la dureza con la que los socialistas arremeten ahora contra el Gobierno autonómico, en contraste con la tibieza mostrada ante los fallos de las pulseras antimaltrato, un asunto del que aún se desconoce cuántas mujeres resultaron afectadas.