Tras el anuncio del Gobierno central de destinar 8,75 millones de euros a la actividad investigadora conjunta entre la Estación Biológica de Doñana y la Universidad de Sevilla, el alcalde de Almonte, Francisco Bella, ha manifestado su preocupación por una política de inversiones que, una vez más, “no se traduce en mejoras reales para el territorio ni para quienes lo habitan”.
Bella sostiene que muchas de las actuaciones promovidas en nombre de la conservación de Doñana terminan sirviendo para “aumentar el currículum de algunos investigadores”, pero sin generar un impacto tangible sobre el bienestar de los trabajadores, los comercios y las familias que viven junto al espacio natural. “Todo para Doñana, pero sin Doñana”, ha lamentado el primer edil almonteño, quien defiende un modelo en el que la conservación ambiental se alinee con el progreso social y económico de sus habitantes.
“El problema no es invertir en ciencia, sino que se invierta sin pensar en las personas que cuidan y sostienen este entorno día a día”, ha señalado el alcalde, quien recuerda que Almonte es el municipio más afectado por las decisiones que se toman sobre Doñana, y al mismo tiempo, el que más contribuye a su conservación.
También ha recordado que la Fundación Biodiversidad recibió la pasada primavera hasta 27 proyectos en el marco de la convocatoria de ayudas a la innovación agropecuaria y forestal en el entorno de Doñana, de los cuales cerca del 80% se ubican en el término municipal de Almonte. Poniendo de manifiesto el compromiso científico y técnico del territorio, pero también la evidencia de que, incluso entre los proyectos presentados, se repite una tendencia: utilizar la marca Doñana sin revertir en su entorno.