El Ayuntamiento de Almonte ha inaugurado al ciclo de encuentros ‘El Legado de Doñana’, un espacio de reflexión y análisis sobre el papel fundamental que este emblemático enclave juega en los ámbitos político, económico, social y medioambiental de España y para el cual se contará con debates protagonizados por importantes representantes institucionales y políticos que estarán acompañados de cualificados técnicos y expertos del mundo académico.
La primera jornada, celebrada en el Teatro Salvador Távora de Almonte y denominada ‘El impacto de Doñana en el escenario político y económico de España’, ha estado protagonizada por Catalina García, consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, quien ha destacado a Doñana «como símbolo de unión institucional y ejemplo de Pacto de Estado por la Naturaleza», en un encuentro al que han asistieron administraciones, instituciones académicas, entidades científicas y colectivos comprometidos con la conservación del parque natural.
Al encuentro han asistido representantes institucionales y especialistas en la gestión de Doñana, como el director general de Espacios Naturales Protegidos, José Enrique Borrallo; el comisionado para el Acuerdo por Doñana, Jaime Mora; y el delegado de Sostenibilidad y Medio Ambiente en Huelva, Pedro Yórquez, entre otras autoridades. Esta confluencia refleja la trascendencia de Doñana más allá de su riqueza natural, convirtiéndolo en un motor de desarrollo sostenible, en un referente científico y en un espacio de diálogo entre diferentes sectores.
El evento ha sido inaugurado por el alcalde de Almonte, Francisco Bella, quien ha subrayado la importancia de este foro para abordar los desafíos actuales y futuros del parque. «Doñana es algo que siempre está vestido de opiniones, a casi nadie deja indiferente, pero hay una palabra que está más cualificada, y es la de la gente que vive aquí, cómplices de su conservación tan necesaria. Es hora de devolverles esa palabra, junto a la de aquellos que tienen esa importante implicación, desde las administraciones públicas. Queremos recuperar la palabra en Doñana y estos encuentros nos ofrecen la oportunidad de analizar los retos con una visión integral”, ha declarado el regidor.
La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García, ha destacado en una entrevista previa al debate el valor de Doñana como referente en la conservación del patrimonio natural y símbolo de la cooperación institucional: «Hemos entendido que no podía seguir siendo un campo de confrontación, sino un espacio de cooperación, de consenso y de políticas compartidas.”
En este sentido, García ha subrayado la importancia del acuerdo alcanzado entre la Junta de Andalucía y el Gobierno de España, que ha permitido movilizar más de 831 millones de euros en actuaciones destinadas a la protección y recuperación del espacio natural. Este refuerzo presupuestario ha supuesto un incremento de 102,4 millones respecto a la previsión inicial e incluye inversiones clave en la restauración ecológica, la adquisición de terrenos estratégicos y el impulso a modelos de desarrollo sostenible en el área de influencia del Parque. «Este pacto representa un antes y un después para Doñana, consolidando un marco de actuación que trasciende los ciclos políticos y responde a la necesidad de preservar un ecosistema único desde la corresponsabilidad y el compromiso mutuo», ha afirmado la consejera.
La representante del gobierno andaluz ha puesto en valor el esfuerzo en la recuperación de especies emblemáticas. «El caso del lince ibérico es un ejemplo de éxito internacional en recuperación de fauna amenazada y demuestra el compromiso de la Junta con la biodiversidad». García también ha resaltado el papel de Doñana como motor económico: «No es un espacio aislado, sino un motor de desarrollo para su entorno, por eso cada paso que damos en su conservación debe traducirse en oportunidades para los que viven en la comarca» ha insistido, resaltando la importancia de la colaboración entre administraciones, entidades conservacionistas y la ciudadanía: «La conservación no puede hacerse de espaldas a la sociedad, debe basarse en la ciencia, pero también en la participación, en el diálogo y en la corresponsabilidad».
Finalmente, García ha lanzado un mensaje de compromiso y esperanza: «El futuro de Doñana no está escrito. Está en nuestras manos. Y desde la Junta de Andalucía hemos demostrado que estamos dispuestos a liderar ese camino con responsabilidad, con diálogo y con hechos».
Mesa Redonda: ‘Doñana y su relevancia como Reserva de la Biosfera’
La jornada ha continuado con una mesa redonda en la que se abordó la importancia de Doñana desde una perspectiva sociopolítica, con la participación de Enrique Mateos Naranjo, presidente del Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana; Francisco José Martínez López, catedrático de la Universidad de Huelva; y la propia Catalina García, en un interesante coloquio.
Mateos Naranjo ha destacado el papel de Doñana como un referente en gobernanza ambiental. “Doñana hay que conservarla porque es donde vivimos. Nos proporciona calidad de vida y en ella está nuestro desarrollo personal, cultural o económico”, y en este aspecto hay que destacar la “capacidad de diálogo” entre las partes que participan en la conservación de este espacio Patrimonio de la Humanidad. La Reserva de la Biosfera es un “buen pretexto y ejemplo para que otros lugares implementen estas mismas estrategias de innovación. Doñana está llena de historias de éxito como la del lince ibérico, un referente en la biología de la conservación”, ha subrayado el presidente.
Durante su intervención, Francisco José Martínez destacó que la riqueza de Doñana no solo radica en su biodiversidad, sino también en la historia de quienes han habitado y protegido este territorio a lo largo del tiempo. El catedrático subrayó que la conservación de Doñana ha dependido siempre de quienes han convivido con ella, desde las antiguas civilizaciones hasta las comunidades locales actuales. “Quien mantiene Doñana históricamente es quien vive Doñana”, afirmó, reivindicando el papel de la sociedad en la protección de este espacio. En este sentido, valoró la importancia de foros como El Legado de Doñana, que refuerzan el compromiso colectivo con la conservación del parque en el presente y el futuro. En la clausura de la mesa, Catalina García reafirmó el compromiso de la Junta con la protección del parque y su entorno para que siga siendo lo que es hoy: “un símbolo de unión institucional y ejemplo de pacto de Estado por la naturaleza”
Con el ciclo de encuentros ‘El Legado de Doñana’, el Ayuntamiento de Almonte refuerza su apuesta por el conocimiento, el debate y la acción en torno a este enclave único. La gran acogida de esta primera sesión augura un debate profundo y enriquecedor en los próximos encuentros, que se celebrarán el 29 de abril y el 20 de mayo, y que abordarán nuevas perspectivas sobre el papel de Doñana en el ámbito sociopolítico y medioambiental.
Un recorrido histórico: de coto de caza a símbolo mundial de la conservación
Doñana, situada entre las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, ha sido a lo largo de los siglos un espacio de extraordinaria riqueza natural y gran protagonismo en la historia del sur peninsular. Conocida tradicionalmente como el ‘Coto de Doñana’, su nombre proviene de Doña Ana de Silva y Mendoza, esposa del VII Duque de Medina Sidonia, quien a finales del siglo XVI fundó allí un lugar de retiro y caza. Durante siglos, fue terreno vedado y exclusivo para la aristocracia, lo que paradójicamente ayudó a preservar su biodiversidad.
En 1964, se dio un paso decisivo con la creación de la Estación Biológica de Doñana por parte del CSIC, y, pocos años después, en 1969, el Gobierno de España declaró oficialmente el Parque Nacional de Doñana, iniciando así una etapa de protección activa. En 1981, la UNESCO lo incluyó como Reserva de la Biosfera, y en 1994, fue declarado Patrimonio de la Humanidad, reconociendo su excepcional biodiversidad, sus ecosistemas únicos y su papel crucial en las rutas migratorias de millas de aves. Hoy, Doñana no es solo un refugio de fauna y flora; es un símbolo internacional del compromiso con la conservación ambiental, una referencia científica, un motor económico para Andalucía y un foco recurrente de debate político y social en torno a la sostenibilidad, la gestión del agua y el desarrollo territorial.