La campaña de la fresa se ve gravemente afectada por las intensas lluvias que han caído sobre la localidad de Lepe en las últimas semanas. Los agricultores de la zona denuncian que las precipitaciones han provocado una pérdida de hasta un 30% de la cosecha.
Los freseros expresan su desesperación por los efectos de la humedad en los campos, destacando lo inusual y dañino de este clima tan persistente.
El exceso de agua ha afectado a la calidad de las fresas, que se están perdiendo rápidamente, lo que genera grandes dificultades para los productores. A pesar de los esfuerzos por salvar lo que queda, la situación sigue siendo incierta, y temen que las lluvias continúen afectando aún más a la cosecha en las próximas semanas.